Rangel Ravelo. (FOTO DE: AVS PHOTO REPORT) |
Caracas.- En la infancia hacia estragos en la cocina, lanzando manzanas y naranjas cual pelotas de beisbol. Su madre, lejos de ceder ante la histeria, le compró un uniforme y lo puso a practicar desde los seis años. No era del todo bueno y empezó en los jardines, donde hay menos movimiento defensivo. La constancia lo fue todo y hoy es uno de los importados más consistentes que visita regularmente a Venezuela. Rangel Ravelo, un guaro más.
En 2015, cuando alineó por primera vez con los Cardenales de Lara no pasó mucho tiempo para que los aficionados le reconocieran y adoptaran con peculiar arraigo. Aquel cubano, proveniente del beisbol menor de EEUU, se robó el espectáculo y hasta peleó la triple corona al ser segundo en impulsadas (38) y tercero en promedio de bateo (.354) y jonrones (8). Sus numeritos lo llevaron a ser Productor del Año y sellaron un debut triunfal en una pelota que reconoce, con aires de nostalgia, le recuerda a su natal Cuba.